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𝐌𝐨𝐝𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐏𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨 👙

Ropa interior de piel de foca de Groenlandia, siglo XIX. El Museo Nacional de Dinamarca en Copenhague tiene una formidable colección de prendas de piel de animal que alguna vez usaron los pueblos indígenas de Groenlandia, América del Norte, Escandinavia del Norte y Siberia.

Entre las habituales botas, mitones, capas y polainas de pelo hechos para estos climas peligrosamente fríos, hay una prenda que merece una inspección particularmente minuciosa; una tanga de piel de foca con cuentas del siglo XIX. Los indígenas del este de Groenlandia fabricaban este tipo de ropa interior, conocida como 𝗻𝗮𝗮𝘁𝘀𝗶𝘁, cosiendo tiras de piel de foca con hilo de reno o tendón de ballena.

El 𝗻𝗮𝗮𝘁𝘀𝗶𝘁 está decorado con cuentas de vidrio atadas a flecos de piel de foca, fue hecho para mujeres y se usa debajo de pantalones de piel de foca. El explorador Capitán C. Ryder adquirió el artículo en el asentamiento de Ammassalik en el sureste de Groenlandia durante una expedición en 1892.

Según Peter Toft, experto en ropa de piel de Groenlandia del Museo Nacional de Dinamarca, esta tanga peluda con cuentas estaba destinada a exhibirse no solo en momentos íntimos, sino también en compañía educada. Dentro de los cálidos hogares de los inuit de Groenlandia, un 𝗻𝗮𝗮𝘁𝘀𝗶𝘁 «era lo único que se usaba incluso cuando se tenían invitados o se visitaban las casas de otras familias», dice Toft.

«Esto sorprendió a los misioneros daneses de los siglos XVIII y XIX, que intentaron convencer a los inuit de que usaran ropa interior de lino europeo (más larga) en el interior. Este intento no tuvo mucho éxito». En cuanto a por qué los inuit de Groenlandia fabricaban sus tangas con piel de foca en lugar de reno, zorro, oso o perro, Toft dice que, además de su durabilidad, las pieles de foca eran mejores porque proporcionaban menos aislamiento que la piel de caribú. «El sudor que se acumula dentro de la prenda es tan peligroso como estar desnudo para el frío», advierte, «ya que la transpiración eventualmente se congelará». Las correas de piel de foca, por lo tanto, tenían menos probabilidades de que el sudor congelado quedara atrapado entre las nalgas.

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