La Jueza Gladis Regosky dialogó con el programa informativo “Todo a su Medina “sobre los casos y manera en que enfrentan la violencia de género desde el juzgado local.

La violencia en Castelli es continua, estos casos salen a la luz porque alguien los evidencia.

Existe una constante recepción de casos de violencia. Es necesario el sinceramiento del problema y la familia. Tiene que ver con el grado de violencia comunitaria y de las familias. El  nivel de intolerancia no permite manejar la ira y otros factores más que inciden.

Erradicar la violencia tiene que ver con un cambio en las casas.  Las familias que viven con terror  son donde sus hijos aprenden de esa manera. En la sociedad construimos las familias sobre la violencia.

La familia perdona y oculta los casos como si nada paso. Exigen la resolución de los conflictos, y cuando la mujer accede a volver con la pareja. La vuelta es más virulenta. “No hay justificación para volver”. Sostuvo.

Los hombres deben entender que no pueden corregir a las mujeres. Ni viceversa.

El caso típico en el Juzgado son por infidelidad. Por parte de los hombres: “me puso los cuernos y la voy a educar”; y por parte de las mujeres “hacen una serie de eventos finalizando en un triangulo violento  de las dos mujeres y hombres.

También se presentan casos de denuncias frecuentes que al otro día y o al breve tiempo son levantadas por el denunciante. Debido a la exigencia y nivel de presión que ejerce el entorno familiar,  incluso las iglesias.

La violencia inicia en el seno familiar.

“Una casa donde los niños pueden hablar de modo tranquilo jamás va a ser violento, es lo que se mama. La violencia aprendida se puede desaprender con ayuda”. Afirmó.

Se debe sensibilizar que el cambio viene por cada casa, no alcanza con comentar si en la casa sucede violencia. Hay que acompañar los procesos, no dejarla que vuelva por el riesgo de vida. Nadie tiene que volver a este tipo de relación. Hay que prever la historia de las familias y las conductas de los padres. La cuestión del sinceramiento es importante.  La forma de relacionarse en la pareja tiene que ser hablada. Tiene que ver con el modo de vida.

Ante un hecho de violencia hay que ponerse  firmes “no hay forma de dormir con una persona que el día anterior te rompió la cabeza, pones en riesgo tus hijos”

Es necesario el sinceramiento del problema y de la familia. “Decir esto no lo puedo resolver solo y necesito ayuda”. Explicó.

El trabajo del Juzgado:

Se entregan muchos botones antipáticos. “El juzgado no puede mirar que hacen en la calle, y pasa a la órbita familiar de las relaciones y cuanto se juega con esto. Hay personas que denuncian y denuncian.  Al otro día siempre levantan”

También existe mucha resistencia “Tenemos sentencias por incumplimiento de órdenes”.

La comisaria de la mujer no  tiene personal para dar respuestas a los oficios que envió la jueza. La  misma relata que los envía a Zona Interior. “Deberán buscar más personal. Me llama mucho la atención. Que lo ejecuten policías como mujeres y hombre como sea.” Describió.

No hay lugares a donde recurrir para alojar a la familia afectada,  solo pueden acudir a familiar ara resguardo. “no hay lugares a donde ir para darle protección a la víctima. El poder ejecutivo la debe brindar. Prefiero que estén protegidas por la familia. Porque la vivienda destinada a eso es muy pública y la custodia tiene problemas. Los agresores asisten a la vivienda fácilmente”.

“Las mujeres no están desprotegidas, las soluciones las damos”. Confirmó 

En la evolución que tuvo la  violencia, las dos fiscalías ordenan las detenciones.”Hace un par de años nadie iba preso por pegarle a una mujer”. Finalizo la doctora.