La meningitis se contagia por la tos y el estornudo. ¿Cuáles son los síntomas?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la meningitis es una inflamación de los tejidos que cubren el cerebro y la medula espinal (llamados meninges), causados por agentes llamados bacterias, virus y otros microorganismos como hongos.

Especialistas de las Americas Health Foundation precisaron que la meningitis viral es habitualmente reversible y no suele dejar secuelas ni poner en riesgo la vida, mientras que la bacteriana es más severa y riesgosa.

Los principales síntomas son dolor de cabeza, fiebre, náuseas y vómitos, dolor de garganta o rinitis, intolerancia anormal a la luz, dolor de cuello y rigidez de nuca y, en casos graves, convulsiones, confusión o delirio e inconciencia.

Otros síntomas frecuentes en lactantes y bebes de hasta un año son las manos y pies fríos, la falta de apetito, dificultad para comer y dolor de piernas, llanto inusual con quejidos y rechazo a ser alzado en brazos.

Un indicador de la gravedad del cuadro es la llamada “prueba del vaso”, en los casos en que aparecen manchas rojas o “petequias”. Consiste en presionar un vaso transparente sobra las manchas, y si no desaparecen, la atención médica debe ser inmediata.

La meningitis por meningococo se transmite de persona a persona a través de “gotitas respiratorias”. Los modos más comunes de contagio son los besos, la tos, el estornudo o el convivir con mucha gente en lugares pequeños.

“Todos podemos ser portadores de meningococo en nuestro nasofaringe (nariz-garganta)”, ya que “hasta dos de cada diez personas conviven con la bacteria pasivamente sin que se genere enfermedad”, explicó Marco Safadi, experto mundial en enfermedad meningocócica.

La OMS estima que anualmente se producen 500.000 casos en el mundo y al menos 50.000 son fatales. Aun cuando se diagnostica tempranamente y el tratamiento es adecuado, el 10% de los pacientes muere generalmente después de las 24 o 48 horas de detectado los síntomas.