SOR MARÍA NOEMÍ GARNERO – HERMANA NOEMÍ

SOR MARÍA NOEMÍ GARNERO – HERMANA NOEMÍ
25/07/1902 – 09/03/1996

El 22 de marzo de 1953 llega a Castelli Sor María Noemí Garnero quien fue conocida en la comunidad como Hermana Noemí.
Su historia está ligada a la historia del Instituto San José del que fue una de las fundadoras.
El 25 de julio de 1992 al cumplir 90 años fue declarada CIUDADANA ILUSTRE de la localidad, se festejó con una misa de Acción de gracia a la que asistieron autoridades locales, personal docente, alumnos y la comunidad en general.
Siempre en mis recuerdos y en mi corazón.
Por Nélida Vasiloff de Merino

Hay seres que por la limpidez de su conducta, la nobleza de su actuación y la ecuanimidad de su proceder, son guía y ejemplo para las generaciones que la siguen.
Recordarla deja de ser luto, para convertirse en luminaria, porque ennoblece pensar que son seres que renunciaron a la vida fácil, en favor de los demás, para fortalecer un ideal común, que todo lo dieron sin reclamar nada. Admirable entrega que los convierte en norte de la brújula de quienes compartieron parte de su existencia.
Tal es la talla de la hermana Noemí, cuya memoria evocamos hoy, fecha de su natalicio en 1902 y a 25 años de su partida a la eternidad.
Por ello, considero que es un compromiso ineludible, traducir en palabras, el sentir que a muchos nos anima en estos momentos. Pálidas mis palabras, si se las mide por la intensidad de la vida de quien hoy recordamos.
Su paso por el Colegio San José, y el pueblo que la cobijo, esta en el recuerdo de innumerables niñas, hoy mujeres, que pasaron por sus aulas, de madres, colaboradoras y colegas que compartieron y gozaron de su compañía, y de todos los que sintieron la influencia de su altura moral, de su paz espiritual y de la nobleza de su actuación.
Evoco a la hermana Noemí, desde que me inicie como docente en 1956, cuando tuve el privilegio de trabajar a su lado.
Sus actividades, en el transcurso de muchos años, fueron múltiples. Entre otras, atención del Jardín de Infantes y de 1er grado, catecismo, coro del colegio y de la Parroquia, preparación de carrozas y vidrieras alegóricas en diversas conmemoraciones, dirección de obras de teatro, además de la confección de vestimenta, adornos y pintura de telones, ornamentaciones, tejido y bordado, elaboración de platos para ferias de comestibles, realización de huerta, jardín y otras plantaciones.
Algunas de sus obras escapan a mi memoria, pero todas efectuadas con entusiasmo y dedicación siempre renovados, venciendo el cansancio, la enfermedad y a veces, la escasez de recursos,
Cuando su cuerpo no daba más, desde su claustro, se preocupaba por lo que se hacía o dejaba de hacer.
“EL CORAZÓN A DIOS Y LAS MANOS AL TRABAJO”, expresión de la Madre Josefa Rossello, fundadora de la Congregación, fue siempre su lema.
Por su fructífera obra, que no puede medirse, ni tiene recompensa en este mundo, por su fortaleza, por su espíritu y por su ejemplo, un merecido homenaje. Mirando al cielo le decimos ¡GRACIAS!, ofrecemos una flor y elevamos una oración en su memoria.
Fuente: Facebook Uegp San José JJ Castelli