Desde el Norte Argentino, Tomás Velozo arribó a La Paternal con la ilusión de ser otro de los grandes jugadores que ilustran las páginas doradas del club.

En el Semillero confluyen vidas cuyas realidades son distintas. En esta ocasión, el juvenil de tan solo catorce años, comparte con nosotros algunas intimidades de su dura historia y las dificultades de permanecer lejos de sus seres queridos. A su vez, afirma que si bien le gusta el fútbol, sueña con triunfar para ayudar a su familia y que nunca les falte nada.

SUS RAÍCES

“Nací  el 13 de enero del 2002 en un pueblo llamado Juan José Castelli, ubicado en Chaco. Soy el más chico de mi familia, que está compuesta por mi mamá, mis tres hermanas y mi hermano, quien no juega al fútbol, sino que es empleado de un restaurante. Todos ellos están juntos allá y yo vivo en la pensión”.

ARRIBO A LA PATERNAL

“Cuando tenía 12 años llegué a Buenos Aires. Mi relación con Argentinos comenzó en un Torneo que se hizo en Santa Fe cuando jugaba en el Suoem de Castelli. Estando ahí me habían visto varios clubes, como River Plate, Boca Juniors e Independiente, entre otros, y no me fui porque sentía que no era el momento. Después, fuimos a un Torneo en Entre Ríos y me llamó Luis Pereyra, quien me dijo que viniera porque estaba la posibilidad de jugar en el Bicho, y al mes ya estaba acá”.

PUESTO Y REFERENTE

“Juego de punta, en la posición de siete. Soy rápido, tengo buena técnica y hago goles, pero no muy seguido. Me gusta mucho Jamie Vardy del Leicester City por la velocidad y la potencia que tiene. También en parte me veo reflejado en su historia…”.

CORAZÓN PERSEVERANTE

“Sé que a Vardy le costó mucho llegar a Primera, pero con esfuerzo, sacrificio y dedicación todo se puede, y lo voy a intentar por ese lado. Ahora estoy en Novena División, que salimos primeros en la zona clasificatoria. No venía jugando, pero los últimos tres partidos tuve la posibilidad y además de dar una asistencia, hice dos goles”.

GOLPES DEL DESTINO

“Hace dos años que estoy en la pensión y, si bien es difícil, me acostumbré a esta vida. Voy bien, pero muchas veces extraño a mi familia… Sé que tengo que seguir luchando por su sueño y para ayudar a mi mamá. Igual, hablo por teléfono todos los días con ella y me da fuerzas para seguir adelante. Mi papá falleció y a mi me dolió muchísimo, pero siempre mi mamá me tranquiliza en esos momentos difíciles que lo extraño tanto. Ella me dice que ‘él siempre está conmigo adónde vaya, y que es mi ángel’. Ahora estoy tranquilo y lo trato de recordar con mucha felicidad”.

COBIJO TRAS EL DESARRAIGO

“En la pensión la paso bien porque además hay muchos chicos. Siento contención en todo momento por parte de ellos y de los más grandes”.

LA FAMILIA, SU RAZÓN

“El fútbol me gusta, me divierte y lo disfruto muchísimo, pero hago este sacrificio y esfuerzo por mi familia. Lo único que quiero es que el día de mañana pueda ayudarlos para que no les falte nunca nada”.

OBJETIVO A CORTO PLAZO

“Me encantaría poder estar en la Selección Sub-15. Sería un orgullo para mi familia. Con el largo camino que es Inferiores, ojalá pueda llegar a Primera División. Sin dudas, sería un sueño… Y mucho más si es con la camiseta de Argentinos”.

ORGULLO Y PERTENENCIA

“Argentinos es muy bueno: es el Semillero del Mundo, de donde salieron los mejores del planeta… Estoy muy contento de estar acá”